Los orígenes del nombre de esta hermosa ciudad son tan divertidos como misteriosos. Según el matemático Eduardo Cuitiño, las posibles explicaciones van desde el misticismo hasta la numerología. Por ejemplo, “monte vi deus” o sobre el monte he visto a Dios (La teoría de Madre Esmeralda); o “Monte vide eu” que podría traducirse como “Yo ví un monte” o “véase un monte” (Teorías idiomáticas); o Monte “Oviti”, que significaría cerro puntiagudo (Teoría indígena); MONTE VI D.E.O, o sea, el monte sexto en la dirección este – oeste (Teorías del código oculto), o la del enigmático vocablo “vidi” que se remonta a los viajes expedicionarios del gran navegante Magallanes.

Hoy Montevideo es una ciudad vibrante, que se renueva orgullosamente con el latir de un cosmopolitismo indetenible, creciente, que se refleja en su cada vez más variada vida cultural y gastronómica.

Esa riqueza proveniente de personas de más de 100 países, unida a la ya diversa fundación sociocultural, consolida al Uruguay y, en particular a esta ciudad, en destino amigable, acogedor y alternativo para todos los soñadores y emprendedores que deseen traer y compartir sus conocimientos, sabores, fantasías y sueños con la gente que habita sus barrios. ¿Quién iba a imaginarse 20 años atrás que Montevideo iba a convertirse en la ciudad más amigable y querible de Suramérica?

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